Un lugar en el mundo

miércoles, 17 de octubre de 2007

Existe un lugar en el mundo donde no se conocen el odio, el rencor, la envidia, los prejuicios, las injusticias, la tiranía, la violencia ni la ira.

Existe un lugar en el mundo en el que nadie intenta manipularte impunemente, haciendo de tu voluntad un mero juguete en sus manos.

Existe un lugar en el mundo en el que no es necesario utilizar máscaras. Un lugar donde se puede ir con la verdad por delante sin miedo a ser apartado, incomprendido o rechazado.

Existe un lugar en el mundo donde el silencio no es incomodo; donde no son necesarias las traicioneras palabras para expresar sentimientos o ideas.

Existe un lugar en el mundo libre de lujuriosos pensamientos y de ridículas tentaciones. Un lugar apartado del perturbador ruido de las masas enfervorecidas que alientan los más bajos instintos animales.

Existe un lugar en el mundo en el que amar es lo natural, la compasión es innata y la solidaridad, impuesta por ley.

Existe un lugar en el mundo que está más allá de los sueños, lejos de todo lo imaginable, lindando con el infinito cielo y a la derecha del paraíso.

Existe un lugar en el mundo que no precisa de gobiernos ni de gobernantes, de jefes ni de súbditos, de discípulos ni maestros, de banderas ni de abanderados.

Existe un lugar en el mundo en el que cada cual es libre de hacer con su vida lo que le dé la gana; en el que nadie se atreverá a conducir tus pasos por otro sendero que no sea el que tú has elegido.

Existe un lugar en el mundo en el que siempre llueve a gusto de todos. Un lugar donde el sufrimiento y el dolor pueden ser detenidos con sólo una orden.

Existe un lugar en el mundo donde las apariencias están constantemente guardadas; donde cada cual es lo que muestra y lo que ves es lo que hay.

Existe un lugar en el mundo imposible de ser invadido, ya que a nadie se le niega nada y todo el mundo es bien recibido.


Este lugar está más cerca de lo que crees. Este lugar está en tu interior; para acceder a él tan sólo tienes que lanzarte sin paracaídas al abismo de tu mente y zabullirte sin oxigeno en el océano de la conciencia. Si logras traspasar estas dos barreras infranqueables para el común de los mortales, tu recompensa será la dicha eterna, la paz perpetua y la completa desaparición de los dos grandes enemigos: el miedo y la soledad. Una vez allí, y sólo allí, podrás decir que eres verdaderamente libre.

Allí nos veremos.

4 Consejos, saludos, propuestas...:

Unknown dijo...

Sabias palabras, amigo mío. Ojalá todos tuviéramos la valentía y el coraje de llegar a ese lugar. Gracias por tu visita y un abrazo,
V.

Anónimo dijo...

Pedro: Qué alegría saber de ti.
Muchas veces el ser humano está preso sin rejas, porque no es capaz de sentirse libre, unas veces por intereses, otras por egoismos.
Un beso a mi colian que tambien es tuya.
Hasta siempre.Antonio. y gracias por enlazarme

ALyCie dijo...

CADA minotauro -mitad hombre, mitad toro bravo- en SU laberinto.
¿Podrá salir? ¿Querrá salir?
Otros, estamos saliendo de dentro, porque ... siempre hay etapas.
Y supongo, sólo lo supongo, que eso, es crecer.
Salud.

Unknown dijo...

Hola Pedro...es verdad, la libertad, las fronteras, los temores...están dentro nuestro. Creo que un poquito de sabiduría la dan los años.
Un abrazo desde Bell Ville, Córdoba, Argentina.

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