Pequeños detalles

lunes, 5 de noviembre de 2007








Observen con detenimiento estas fotografías (perdón por los reflejos y la calidad).







No sé ustedes, pero yo casi grito de terror al ver esos maniquíes que parecía iban a comerme. Están situados a la entrada y en el escaparate de una tienda de ropa de moda juvenil cualquiera en una ciudad cualquiera de nuestra amada España. No pude reprimir la tentación de inmortalizarlos en una instantánea. Supongo que habrá muchos más como éstos por ahí repartidos.
Es lo que me faltaba por ver. Películas violentas, juegos violentos, libros violentos, música violenta y, lo último, maniquíes en actitud violenta. Lo último de momento, claro, a saber qué será lo próximo; porque para esto de la creatividad y de la imaginación no hay límites, sobretodo cuando se trata de hacer el mal. Lástima no emplearla en fines más positivos.
Este es el mundo que le estamos construyendo a nuestros hijos y a todo el que venga después. Un mundo en el que la violencia reboza por los cuatro costados. ¿Cómo puede extrañarnos que la juventud sea por día más violenta si hasta les fabricamos maniquíes para llamar su atención que parecen salidos directamente del infierno? Puede parecer una tontería, pero para mí no lo es. Una buena educación no sólo se logra con grandes enseñanzas, sino también con pequeños detalles cotidianos. No nos quejemos luego, cuando nos toque sufrir las consecuencias, ya que, no me cansaré de repetirlo, cuando se actúa con violencia, el mundo te responde con violencia; ésta es una regla universal. Y recuerden que estos maniquíes, películas, videojuegos, etc., no lo hacen niños ni jóvenes, sino gente como usted y como yo, con pelos ya en los ... Tampoco me vengan ahora con la excusa de que se hacen para adultos, porque, además de ser de lo más hipócrita (me remito a los hechos), también los adultos nos volvemos insensibles y violentos cuando vivimos inmersos entre tanta barbarie, transmitiendo así esta actitud a nuestros hijos.
En fin, no quiero enrollarme más con un tema en el que sobran las palabras. Sólo espero que cuando esto llegue a su límite (porque no olviden que toda tendencia tiene un límite) me pille a mí riéndome ya del mundo en lo más profundo y oscuro del Abismo Primordial.
¡No se pongan así, hombre; tampoco es para tanto! Si total, sólo son maniquíes, ¿qué daño pueden hacer? De algo hay que hablar...





Esta otra imagen pertenece a un nido de avispas que lleva unos cuatro años sobre la puerta de mi casa. Todo el que lo ve se sorprende y asusta, y termina diciéndome que a qué estoy esperando para quitar eso de ahí, con lo peligrosos que son esos bichos.
Y yo siempre respondo lo mismo: van a hacer seis años que llevo viviendo en este lugar y tan sólo me ha picado una vez una avispa, y fue precisamente el primer año, cuando me dio por quitar un nido que estaban construyendo en ese mismo emplazamiento. Entonces aprendí la lección: si no me meto con ellas, ellas tampoco se meten conmigo. Y así ha venido sucediendo hasta ahora; mientras yo estoy en el jardín, ellas revolotean a mi alrededor de flor en flor sin molestarme para nada. Lo que demuestra una vez más lo que nunca me cansaré de repetir: si actúas con violencia, el mundo te responderá con violencia.
Las avispas no son peligrosas ni violentas, así como tampoco lo son la mayoría de los israelitas, palestinos, norteamericanos, sudaneses, rusos, chechenios, irakíes, iraníes, afganos, pakistaníes, indios, colombianos, albanokosovares, serbios, ... y un largo etcétera. Si yo puedo convivir con las avispas, con las que ni tan siquiera me puedo comunicar, ¿cómo es posible que seres humanos, de la misma especie, sean incapaces de vivir en paz unos junto a otros?
Que alguien me lo explique, por favor.
La fórmula es bien sencilla: vive y deja vivir.
Quizás precisamente ése sea el problema: hay demasiada gente que no sabe vivir, de ahí que tampoco dejen vivir a los demás.
¡Pues habrá que aprender, digo yo!

9 Consejos, saludos, propuestas...:

mpiryko dijo...

A mi las avispas no me molestan, aunque hay una variedad con un perímetro abdominal superior a 110 centímetros, que no vuelan, visten de negro y púrpura y llamamos comúnmente obispos.
Esas si me molestan mucho cuando revolotean a mi alrededor.

Unknown dijo...

Hola Pedro!!!...jajaja me estoy riendo del comentario de mpirko. Cómo llegué a tu blog...te mentiría si me acuerdo cómo. Por ahí entro en una web algo me llama la atención y allá voy.
Propuesta para ésta hermosa entrada: TOLERANCIA. La soberbia y la falta de sentido común llegan a volverme loca. Es que AL MUNDO LE FALTA UNTORNILLO. Abrazos
PD; por cierto gracias por tu comentario!!!

Anónimo dijo...

Són esos pequeños detalles los que marcan las diferencias.

Piensa que del escaparate no van a salir, en cuanto a esos pequeños bichitos que pican opino como tú, jamás me meto con ellos ;)

Besos tiernos y dulces. Te deseo una feliz y agradable semana.


** MARÍA **

TyR dijo...

Estamos en un mundo en el cual se enseña que para avanzar, hay que chafar al resto, pasar por encima de los demás. Además desde pequeños, también nos enseñan a ser competitivos, a endurecernos, puesto que, según dicen, el que es blando, puede ser chafado.

No había visto esos maniquíes antes, pero no me extraña; muestran la imagen que muchos intentan dar, una imagen violenta, dura, que asusta, y que guarda un interior confuso, dolido, con miedo, a veces incluso vacío.

Mientras sigamos adquiriendo roles sociales, seguiremos aumentando estos miedos, seguiremos escindidos. Estoy de acuerdo con lo que dices, vive y deja vivir.

En mi opinión, la única forma de llegar a algún sitio, de extender el pensamiento libre, es precisamente siendo libres, con pequeños detalles y espacios como tu blog, y caminando, mostrando que la dureza y la fuerza no son imagenes que mostrar o algo que tape, sino una luz que es capaz de alumbrar ante la adversidad, una luz que no disminuye y que brilla sin necesidad de poner voluntad, con la propia vida, con el ejemplo.

Muchas gracias por tu comentario. Me parece que continuaré visitándote, tanto aquí, como allí.

In lakesh
Manuel

Navi dijo...

Bueno, yo estoy en total acuerdo contigo, creo que lo que puedo decir se resume en una frase de Benito Juarez (ex-presidente mexicano):"El respeto al derecho ajeno, es la paz". Muchos saludos, muchas gracias por tus visitas a mi blog

Verena Sánchez Doering dijo...

que cierto es todo lo que dices, hoy el mundo en general esta rodeado de peliculas, musica, juegos y mil cosas mas violentas
y son los niños que ven todo desde pequeños
la creatividad de estos genios solo es con fines comerciales, no les importa las consecuencias, y es una lastima porque el mundo se esta acostumbrando a verlo la violencia en todas estas cosas como algo normal
no se dan cuenta que dia a dia vemos en las noticias mas violencia en las calles, en los hogares, y en muchos paises
y todo lo que pedimos paz en el mundo
los que gobiernan las grandes naciones solo quieren el poder y no les importa si hay en el mundo hambre y pobreza
solo pedir que esos niños del futuro qe hoy juegan con la violencia, cuando sea adultos solo entreguen paz
me encanto tu post
mil disculpas si no te habia saludado antes, pero no he estado bien de salud, un poco complicada
muchas gracia amigo por tus lindos saludos y tu compañia
muchos cariños y que estes muy bien
besitos


besos y sueños

Raquelilla dijo...

Killo, que profundo, te juro que cada vez que paseo por esa calle me entran ganas de apartar la mirada y dirigirla hacia el lado contrario...pero entonces veo Manguita y se me hace la boca agua: ¿Qué hacer? salir por patas.
Por cierto, ya podemos apuntarnos al taller de literatura, comienza el día 28 y serán los miércoles a partir de las 7 de la tarde en ca la cultura. De toas maneras cuando te vea en la lectura te daré mas detalles. Hataelunes.
Ra

Anónimo dijo...

Amigo Pedro: Todo es comercial y sin nigún escrúpulo.
Un fuerte abrazo Chiclanero.
Hasta siempre.
Antonio

Luli dijo...

Esas expresiones de los maniquies son como mensajes subliminales para sus clientes....

Tenaz

Genial las fotos

Abrazos

Se acordaron de mí: