Reflexiones de una cigüeña 3ª parte

viernes, 12 de diciembre de 2008


Por cierto, me pregunto cómo encontraremos esta temporada nuestro nido. Normalmente suele acabar bastante maltrecho tras la estación invernal. Supongo que, como de costumbre, tendremos que dedicar los primeros días a rehacerlo. En el Norte no suele haber problemas por anidar, allí abundan las construcciones altas y robustas fabricadas por los humanos; lo difícil es encontrar un lugar tranquilo y alejado de ruidos. El nuestro se ubica sobre uno de esos que utilizan para reunirse muchos de ellos en días determinados. No sé qué harán dentro. Mi pareja suele decir que se ocultan del Cielo y de la Tierra para que éstos no los oigan conspirar contra ellos.
Lo que sí que suele ser difícil por allá arriba es la alimentación. Cada año resulta más complicado hallar parajes naturales donde poder encontrar sabrosos y confiados reptiles que llevar al estómago. No es de extrañar que muchos de los nuestros se hayan resignado a acudir a esos inmundos sitios donde los humanos echan sus desperdicios para poder comer algo y, sobretodo, poder alimentar a sus crías. Como dije al principio, también nosotros tendremos que acostumbrarnos tarde o temprano a rebuscar entre la basura, qué remedio.
Lo lamento mucho por nuestros polluelos; al menos nosotros hemos tenido la envidiable oportunidad durante nuestras vidas de disfrutar de largas temporadas con temperaturas suaves y agradables, anidar en lugares salvajes y maravillosos, colmarnos con abundante y suculenta comida, saciar nuestra sed con agua fresca y limpia, respirar aire puro y libre de polución y gozar de una paz y una tranquilidad que por día se echa más de menos. Los que nos sigan tendrán que habituarse desde el día de su nacimiento a llevar esta penosa vida a la que los humanos nos han conducido, entre ruidos, humo, aire viciado, basura, aguas putrefactas y comida muerta. Lo ideal sería no mostrarles en ningún momento estos parajes idílicos y naturales del Sur que aún van quedando, de esa forma nunca podrán echarlos de menos cuando desaparezcan del todo. No me extrañaría en absoluto que también estos seres bípedos sean los responsables de que cada temporada estival sea más tórrida y seca por estos lugares. Aunque pensándolo bien, creo que estoy exagerando, es imposible que dispongan de facultades tan increíbles como para poder controlar también el medio ambiente hasta esos extremos.
Debe de ser humillante para algunas de las especies depredadoras que habitan por aquí cerca, mucho más fuertes y poderosas, el verse dominadas y obligadas a vivir en espacios reducidos y controlados, por estos otros más débiles y frágiles. Supongo que de no ser por esas potentes varas que poseen, capaces de escupir fuego y matar al instante a cualquier ser vivo que se les oponga, o simplemente se les antoje, no les irían tan bien las cosas. Lo sorprendente es que las utilicen incluso contra ellos mismos, como en muchas ocasiones hemos podido comprobar por estos parajes. Claro que gracias a ese incomprensible comportamiento, las demás especies gozamos por aquí de una mayor libertad y tranquilidad, y de más lugares salvajes donde poder establecernos y alimentarnos. De no ser así, ocurriría como en el Norte, terminarían acaparándolo todo para ellos, expulsando al resto de las especies u obligándolas a adaptarse a su ambiente. A veces, la Madre Naturaleza tiene formas extrañas de establecer su dominio.
En fin, será mejor que vaya al encuentro de mi pareja; debe de andar desesperada buscándome. También ella se resiste a abandonar este sitio. Es comprensible. Pero el calor asfixiante y la escasez de agua limpia son insoportables para cualquier ser vivo. Pronto estaremos volando por el infinito cielo, sin que exista en el mundo nada ni nadie que nos lo pueda impedir. El viaje será largo y cansado, como de costumbre, pero nosotros disfrutaremos como siempre lo hemos hecho, viendo bajo nuestras cabezas como van quedando las montañas, los ríos, los bosques y los mares. También ellos sonreirán al vernos pasar, y dirán “volad, volad, que cuando vuestro tiempo acabe, nosotros seguiremos aquí, imperturbables, viendo pasar a otros como vosotros que habrán perdido para siempre vuestro recuerdo y vuestra memoria, tal y como os ocurre a vosotros con los que os han precedido”.
Así es; aunque estoy seguro de que también a ellos les llegará algún día el final de su tiempo, porque algo me dice que, en este mundo, desde lo más ínfimo y pequeño hasta lo más grande y poderoso, todo lo creado bajo el Cielo tiene un principio y un fin, al igual que un propósito que cumplir durante sus días. Nuestra Madre Naturaleza nos ha colocado a cada uno de nosotros sobre esta tierra con unas sabias intenciones que sólo Ella conoce y, de la misma manera, también Ella se encargará de hacernos desaparecer cuando lo crea conveniente. De ahí lo importante que es para todos llevarnos bien con todo lo que nos rodea e intentar seguir el curso que nos marcan las leyes establecidas desde el principio de los tiempos por nuestra Progenitora, con sus ventajas e inconvenientes, ya que sólo así lograremos realizar con éxito la finalidad para la que hemos sido engendrados, y nuestra Madre será, por tanto, benévola con nosotros, amparándonos en su seno, dándonos cobijo, alimentos y protección y, sobretodo, proporcionándonos el bien más preciado a que cualquier criatura puede aspirar: la libertad, algo que sólo es posible conseguir siendo respetuoso con el medio ambiente y con todas las criaturas que en él habitan, y viviendo con la mayor humildad y sencillez que nos permita nuestra condición.
De lo contrario, es seguro que nuestro final será trágico y prematuro, porque, como ya he dicho, la Naturaleza es vengativa y despiadada con aquellos que se enfrentan a su infinito poder, y resulta imposible escapar a su ira ni evitar su castigo una vez que la tenemos en contra.
Así es que, con toda probabilidad, mañana partiremos hacia el Norte, ya que así es como debe ser. Allí es donde tendremos y criaremos a nuestros polluelos, como siempre ha sido, al igual que en su día hicieron nuestros padres con nosotros y, espero, algún día hagan nuestras crías con los suyos. Claro está, siempre que a nuestra Madre Naturaleza le parezca bien.


Fin

27 Consejos, saludos, propuestas...:

Noelplebeyo dijo...

Feliz viaje...y tráenos cordura desde tu vista de pájaro.

Un beso, Pedro

Anónimo dijo...

Pero todavia quedan cigueñas, yo nunca vi ninguna

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

Bello final para esta linda serie de relatos sobre al cigueña, Pedro.

¿Sabes una cosa? Por un momento he sentido el deseo de convertirme en cigueña yo tambien y de irme con ellas al Norte...

Un abrazo y feliz fin de semana.

Mar dijo...

Me has hecho volar con este relato a vista de pajaro.

Precioso!!

Feliz fin de semana ;)

Besitossssssssssss

genialsiempre dijo...

Lo que me queda claro es que la cigüeña va por delante del ser humano al menos tres generaciones. Ahora que al final lo pasa tan mal como nosotros. En fín, que no va a salvarse nadie ni aunque vuele...
Pero el relato, ahí queda!!

José María

mj dijo...

La Madre Naturaleza sí que quiere, pero queremos nosotros??
Precioso todo esto con lo que nos has estado regalando estos días. Y para estas fechas que se avecinan, bien viene una reflexión...
Gracias Pedro
Besos
mj

...flor deshilvanada dijo...

Que ternura!

:)

Un beso Pedro.

Unknown dijo...

mi Pedro se parece mucho a la vida de algunos seres humanos, muchas mujeres buscan en los basurales comida que no esté descompuesta para alimentar a sus polluelos. Pasa, pasa en un país rico en alimentos...no en un lugar árido!!!...aquí cuando se forman pequeñas lagunas luego de las lluvias, aparecen las cigüeñas, son tan bonitas. Es tan basto nuestro país, es como si cada provincia fuera un estado diferente, diferente la situación económica-social...bien agradecida estoy de poder brindarles a mis hijas una vida austera pero con todo lo necesario!!!...besos x 2!!!

roxana dijo...

Me gustó!. tiene un mensaje profundo y a mi sentir muy real. Ojalá la naturaleza nos lo permita!
UN SALUDO
ROXANA

lys dijo...

Lo ideal sería no mostrarles en ningún momento estos parajes idílicos y naturales del Sur (mejor que no)
¿Qué sera de Doñana si no cámbianos nuestros hábitos?

Hermoso relato.

Saludos lindos

Josito dijo...

Os invito a visitar Extremadura, disfrutareis viendo cigúeñas y una tierra que os sorprenderá

los pensadores dijo...

muy buenos posteos y muy buena tercera parte, yo tampoco vi una cigueña..

un abrazo...

el piano huérfano dijo...

que pena que es el fin he disfrutando tanto de los posts de la cigueña, y yo como la cigueña quiero volar, volver al norte donde todo se ve, todo en otros ojos,
ojala pudiera volar, ojala pudiera ver el mundo claro, porque de momento las lagrimas me lo impiden

un abrazo fuerte Pedro

y muchas gracias

Silvi (reikijai) dijo...

Pedro… Sabes, que la cigüeña en la religión judía, esta dentro de los animales impuros… Cigüeña, en hebreo jasida (la piadosa); es una madre abnegada y no es de rapiña; tiene todo a su favor para ser kasher… Esta muy atenta a su entorno, que no falte nada … ese es el problema … se ocupa de sus iguales y no de los diferentes … por eso se la considera impura … Algo mas para saber … Hermosas historia y no hay ninguna duda que esta años luz de varias especies … Gracias, Te dejo Un Beso. Silvi.

Juan Miguel dijo...

Ese no es el final del relato, pero no importa lo comunico yo. "El cigüeña se puso a buscar a ella cigüeña y no la encontró, voló y voló muy alto, y muy lejos, pero nada. Dicen que un viejo árbol susurraba al aire que unos seres probablemente los bípedos, la habían puesto en un vestido de red y la habían enviado a un lugar muy libre y protegido llamado zoológico. En otra parte del mundo contábale un cangrejo ermitaño a una gaviota de como había oido en una gran nave acuática que las plumas se irían a un lugar llamado norteamérica parece que gustan de coleccionar cosas, la piel iban a unas islas niponesas donde se harían unos cosméticos y unos afrodisíacos, esto último dicen que parece ser que es algún tipo de aderezo para ensalada y los interiores irían a alguna península para plato exótico.
El cigüeña dicen que nunca volvió a sonreir; de los polluelos parece que tampoco se supo, dicen los mal hablados que corrieron la misma suerte de la madre."

....saludos...

Silvia E.Duraczek dijo...

Hermoso relato Pedro, me encantó la historia de la cigüeña.
Muy tierno y a la vez muy verdadero!
Besos!

Anónimo dijo...

Hola Pedro, leyendote me hiciste recordar ese relato con alas de libertad de Juan Salvador Gaviota.
Con la madre naturaleza no se juega, hay que estar en perfecta armonía. Todo tiene un proceso y un final, nos quedan los moments vividos.

Besitos para tí!

Marinel dijo...

Bueno, unas reflexiones que nos han llevado a hacer lo mismo a nosotros.Estos desastrosos seres humanos que se van cargando todo lo que encuentran a su paso de forma más incivilizada, mucho más salvaje que los propios animales.
Muy sabias esas cigüeñas que anhelan un pasado imposible de discernir en el horizonte.Más bien todo lo contrario...
Lamentable es eso que dicen de no enseñar parajes de ensueño a los polluelos para que no sufran al conocer algo mejor, y luego chocar con la abrupta realidad.
Nada dejaremos en pie...
¡¡¡Y cómo deseo equivocarme, de verdad!!!
Besos.

Gizela dijo...

Lindos relatos.
¡Por qué me sentiré cigüeña leyéndote?
Con alas de imaginación, seguiré buscando norte.
Un beso Pedro

(z) Victoria dijo...

Hola Pedro! Me quedo con esto que has escrito: "Nuestra Madre Naturaleza nos ha colocado a cada uno de nosotros sobre esta tierra con unas sabias intenciones que sólo Ella conoce y, de la misma manera, también Ella se encargará de hacernos desaparecer cuando lo crea conveniente." Qué gran enseñanza!
Un saludo!

Anónimo dijo...

Un relato genial.
Saludos.

MRB dijo...

Buen relato. Me encanta visitarte.
Besos,
Shanty

Jose Antonio dijo...

Siguo atento tus relatos.

Saludos Cordiaes

tia elsa dijo...

Tu relato ha sido hermoso! pobre madre naturaleza no es vengativa, simplemente el estúpiod hombre la destruye y rompe el equilibrio, besos tía Elsa.

roxana dijo...

Pedro: Gracias por tus palabras e mi blog "He decidido..." Comparto tu intuición. Un saludo
Roxana

Luismi dijo...

he ahí el ciclo de la vida :)
muy bueno ;)

Unknown dijo...

Y sin embargo los astros y la tierra seguirán su curso en el universo, con nosotros o sin nosotros.

Un besillo.

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