Capítulo Trece

lunes, 15 de junio de 2009


Llegados a este punto de la narración, creo conveniente hacer una aclaración, destinada, sobretodo, al lector curioso y ávido de respuestas. Desde la obligada huída de mi país natal, poco he hablado hasta el momento de mi relación con los todopoderosos dioses creadores. Y debo decir que me parece algo de primordial importancia dejar bien claro este tema antes de continuar, ya que es de sobra conocida la relevancia que inmerecidamente tienen en el devenir de acontecimientos, el temor que todo mortal concede a dichas divinidades. El hecho de que este temor sea causado por la ignorancia o por la fe, poco debe interesarnos, lo realmente importante son las consecuencias, tanto buenas como malas, que dichas creencias reportan a este mundo y a los que en él habitamos, de las cuales, tampoco yo pude verme libre.

La larga peregrinación efectuada años atrás en pos de lucrativos negocios, me llevó a cruzar una cantidad de países y regiones de los más diversos. Ningún ser humano ocupado habitualmente en menesteres rutinarios que le obliguen a permanecer por siempre habitando un mismo lugar, podría imaginar nunca la cantidad tan inmensa de diferentes pensamientos, creencias y formas de actuar que se dan en esta tierra infinita, donde todos convivimos por igual. Debido a la limitación de mi memoria, me resultaría imposible detallar con pulcra precisión, toda la variedad de cultos y rituales destinados a las más dispares deidades que estos ojos envejecidos han podido contemplar con asombro y algo de admiración. Y aun pudiendo hacerlo, veo innecesario aburrirles con relatos que nada de interés aportarán a sus ya sobre alimentados cerebros, y que sólo conseguiría saturarlos aún más de inútiles conocimientos, algo de lo que imagino andarán sobrados.

Confieso que en un principio, durante mis primeros años como incansable viajero, mis plegarias, ofrendas y sacrificios iban siempre destinadas a aquellos viejos dioses que dejé atrás, morando en el interior de las murallas que me dieron protección durante largos años, en mi más tierna infancia y en mi periodo de soldado aguerrido y fiel. También recuerdo que, en este tiempo, trataba inútilmente de hacer ver a mis compañeros de viaje la trascendencia que este culto sagrado tendría en mi vida y en mi posterior ida hacia el misterioso Más Allá. Pude comprobar con sorpresa como la mayoría de ellos se limitaba a escuchar y asentir simplemente, pero sin hacer el menor caso a mis advertencias, o incluso muchos se burlaban de mis palabras y de mis actos, diciéndome una y otra vez que ya me cansaría de perder el tiempo.

Conforme íbamos pasando por los distintos pueblos en los que comerciábamos, pude observar el proceder habitual de mis compañeros de profesión más veteranos. Y así fue como me di cuenta de que, a pesar de que durante las marchas entre un lugar y otro, éstos no profesaban culto ni ritual alguno, al llegar a cada ciudad, se convertían en los devotos más pertinaces de la deidad de turno, adoptando la fe que en aquel lugar concreto acostumbrasen y dando a entender a los confiados ciudadanos y clientes que tenían las mismas tradiciones y creencias que ellos.

Es de comprender que, al principio, todo esto me pareció extraño e incomprensible. Me resultaba algo de lo más absurdo, además de inútil; pensaba que ningún dios podría tomarlos en serio obrando de tal manera, mudando una y otra vez en sus credos y afirmaciones. De esa forma, jamás podrían obtener salvación alguna para sus espíritus errantes, ni favor alguno que les compensara semejante gasto.

No hubieron de pasar muchos años cruzando diferentes regiones para comprender aquella conducta tan arbitraria. Como ya habrán podido adivinar los avispados lectores, tal manera de actuar tan sólo iba destinada a agasajar a los crédulos habitantes del lugar concreto en el que nos encontrásemos, propiciando de esta forma mejores ventas y, en consecuencia, mayores beneficios. Así de simple, aunque muchos se engañasen a sí mismos justificando este comportamiento con la necesidad no escrita de alinear costumbres propias con las de los anfitriones extranjeros que te ofrecen gentilmente hospedaje, en pos de una convivencia pacífica y cordial. Algo que es de sentido común, a pesar de que no todos parecen querer entenderlo. Pero como decía, en lo que respecta a creencias y cultos, nada debe desviarnos de nuestra sincera opinión, ya que nada hay que pueda interferir en ellos cuando son firmes y honestos, porque de ser así, ningún daño pueden afligir al resto de seres vivientes, aun sin ser compartidos.

Al menos es lo que pienso a día de hoy, porque tengo que confesar que, con el tiempo, también yo me dejé arrastrar tan vilmente, actuando como lo veía hacer al resto de compañeros, engañando y persuadiendo a los posibles compradores sobre mi parecer en lo referente a la fe cultivada y ejercitada, con el firme propósito de obtener su confianza y su oro. Y debo decir, sin ánimo de buscar admiración ajena, que se me llegó a dar bastante bien el artificio en esos menesteres mencionados.

Tanto fue así, que mis viejos protectores no tardaron en caer en el más remoto de los olvidos, para engrandecimiento de mi bolsa y empobrecimiento de mi alma. Y no crean que pretendo insinuar que aquellas antiguas deidades fuesen mejor o peor que aquellas otras veneradas por diferentes culturas; no es eso. Como ya he dejado ver en anteriores ocasiones, lo que realmente considero de importancia no es la creencia en particular que se profese, sino la honestidad con que se haga, y el daño o beneficio que su práctica reporte al espíritu propio y ajeno. Este es mi pensamiento mientras grabo estos caracteres, dado que me veo incapaz de afirmar cual es la verdad o el engaño que se oculta tras tanta oración y tras tal variedad de credos distintos.

Pero no adelantemos acontecimientos y prosigamos con la narración de mis devenires.

Al haberse habituado mi subconsciente a este mudar de opinión en lo referente a los todopoderosos, nada me hizo sospechar que, con mis nuevos compañeros de viaje, algo fuese a cambiar en mi proceder. Y de esta manera, ni tan siquiera llegué a cuestionarme sobre los hábitos litúrgicos que esta gente mostrasen, y que me eran desconocidos al momento de salir de aquella cueva que nos protegió de la tormenta. Tal era mi confianza en mi larga experiencia engañando al prójimo y a mí mismo en lo que respecta al sentir más profundo de nuestra mente.

En aquel momento no llegué a caer en la cuenta de que nunca había visto a estos personajes, ni a otros parecidos, ofreciendo sacrificios ni ofrendas a deidad alguna, como era lo habitual en el resto de seres humanos. Como ya he dicho anteriormente, no solía fijar mi atención en personas que no me fuesen a reportar beneficio económico, así que nunca les dediqué ni un solo instante de mi preciado tiempo. Sí es cierto que recordaba haberlos vistos durante tiempo indefinido sentados en el suelo, con las piernas cruzadas, formando círculo o en solitario, sin hacer absolutamente nada en apariencia; pero esto sólo me llevó a pensar que descansaban tras una larga caminata o, a lo sumo, que era una extraña forma de dormir, sin dar más ni menos importancia que al resto de costumbres insólitas que sólo ellos exhibían.

Hasta entonces.

Durante la pesada marcha que emprendimos tras abandonar la caravana, subiendo y bajando escarpadas laderas, atravesando ríos pedregosos y bosques sombríos, también pude comprobar como, en las horas de mayor oscuridad, cuando morábamos bajo la penumbra de cualquier saliente montañoso o entre la más lúgubre de las arboledas, continuaban con tan extraño proceder, concediendo más horas a esta práctica de sentarse en quietud que al reparador sueño tendidos sobre la hojarasca, como hacía yo.

Con el mayor respeto que siempre mostré hacia pareceres diversos, no quise ser imprudente interrogándoles sobre tales hábitos tan prontamente; en los escasos momentos que disponíamos para el descanso, bastante tenía yo con dormir cuanto pudiese como para andar entrometiéndome en asuntos ajenos a mi incumbencia. También agradecía el hecho de que ellos no me obligasen a hacer nada que yo no comprendiese ni desease, lo que me dio confianza desde un primer instante, ya que la mutua tolerancia es algo que considero de vital importancia para la pacífica convivencia entre seres de distinto provenir.

Pero era de esperar que mi imperturbabilidad alcanzase tarde o temprano ese punto donde la prudencia, o la dejadez, es aventajada por la curiosidad. Tras varios días de imparable marcha, y aprovechando un alto en el camino para comer, me atreví a interrogar a uno de ellos, al que llamaban Shirtam, por el ritual descrito con anterioridad, en el que todos permanecían en el más absoluto de los silencios e imperturbables como piedras en el remanso del río; quise saber qué sentido tenía para ellos tal proceder. En aquel instante en el que mi mente era pura confusión, su respuesta no hizo más que ofuscar aún más mi precario intelecto, para mayor desolación mía:

No quieras saber lo que no se puede expresar con palabras.”

Y cuando traté de insistirle sobre mi sincero y sano propósito por obtener conocimiento, tan sólo logré sacarle otra exigua réplica:

Únicamente la práctica logrará abrir tu conciencia.”

El escaso tiempo que dedicábamos al necesario alimento no me permitió continuar con el interrogatorio, aunque ya algo me decía que tampoco podría esclarecer mucho mis dudas por ese camino, y que sólo la pura observación, una paciencia infinita y una inquebrantable perseverancia terminarían por descubrirme esos oscuros secretos que albergaban bajo los sesos rapados de estas criaturas tan curiosas.


34 Consejos, saludos, propuestas...:

Anónimo dijo...

todo tiene su momento, hasta las preguntas, recien llegado y sin amigos, mejor callar querido guerrero y perfeccionar el sutil gesto de la observación.;)

besos

genialsiempre dijo...

"Donde fueres haz lo que vieres", este proverbio resume la manera de actuar de los monjes y sugiere a nuestro guerrrero lo que debería hacer.

José María

Noelplebeyo dijo...

Primero hay que asumir lo que encuentres a tu paso, y tras enriquecer lo tuyo...decidir...

Saludos

Liz Marin dijo...

yo tambien suelo ser muy observadora y las preguntas suelen desaparecer solas....


besitossss

el piano huérfano dijo...

El sabio de tu guerrero mide bien y prfundamente sus pasos, con la constancia que el tiene es ahi donde va a encontrar la verdadera lucha


te abrazo querido amigo, aunque ultimamente ya no esciribimos como antes, estas en mi alma

Marinel dijo...

Nada fácil es desprenderse de costumbres adquiridas en el peregrinar del tiempo,de hábitos que consisten en imitar conductas ajenas en beneficio particular sin oreguntarse si ello es correcto o no...
Pero nuestro avezado guerrero antes,y ahora hombre de mundo,es inteligente y comprenderá...
Besos,Pedro.

Mauro dijo...

...Excelente manejo de la Palabra y La Pluma, Guiado por El Espiritu, Recorriendo el Camino, e Iluminandolo...

Maravilloso!...Todo el Conocimiento que
esta transmitiendo, un estilo muy parecido, al llamado, Cagliosto del siglo 20...

Un gran abrazo

Amigo Pedro

Cecy dijo...

Este guerrero va aprendiendo tanto, que seguro tendra la paciencia suficiente para esperar el momento justo de preguntar, porque ya fue adquiriendo mucho conocimiento, quizas tenga solo que darse el tiempo de asimilar.

Besos.

Cemanaca dijo...

Camino contigo sin pausa pero sin prisa... y nos da tiempa pa to !

Buena semana.

saludos conversos.

Unknown dijo...

"El hecho de que este temor sea causado por la ignorancia o por la fe, poco debe interesarnos, lo realmente importante son las consecuencias, tanto buenas como malas, que dichas creencias reportan a este mundo y a los que en él habitamos, de las cuales, tampoco yo pude verme libre"
ohhh mi Pedro, temo a los fundamentalistas, demasiados episodios, guerras a causa 'de la ignorancia o la fe'...muy buena semana a los dos y mis besitos!!!

El_Valencianet dijo...

Si cada paso es importante, hay que tener cautela^^

Buen capítulo... sigue así^^

Anónimo dijo...

LA PRUDENCIA Y LA DEJES...
MUY BUEN POST
ME VOY ENCANTADA
DESPUES DE UNA ANIMADA LECTURA

FUE UN PLACER VISITARLE
SIEMPRE ES BUENO LEER
ESCRITOS TAN BUENO

LuNa
ENCANTADA

Dani7 dijo...

Tu guerrero denota más inteligencia de la que el mismo cree tener. Observar es el primer paso para el aprendizaje en todos los ordenes.
Sigo caminando contigo.

Un abrazo.

P.D.: yo tambien estoy eructando cordero todavía.

El que corre con lobos dijo...

No quiero faltar en mandarte un saludo, y darte las gracias por tu visita.

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

Volví de mi breve autoexilio, querido amigo. Gracias por tu comentario y por tus animos.

En cuanto a tu capitulo de hoy...maravilloso, sencillamente.

Estupendo. Esto cada dia está mejor.

Un abrazo enorme...!

La Gata Coqueta dijo...

QUERIDO AMIGO!!
YA SABES LO QUE TE VOY A DECIR CADA DÍA SIGUE LA RUEDA Y SIEMPRE ES PERFECTA Y LE VAS CAMBIANDO Y VOLVIENDOLO UN POQUITO MÁS RESERVADO E INTELIGENTE Y AL FINAL TERMINARA SIENDO DE TODO MENOS EL AGUERRIDO GUERRERO DEL PRINCIPIO...

PEDRO TE DESEO QUE DISFRUTES DE UNA SEMANA LLENA DE LUZ.

El_Valencianet dijo...

jajaja claro que si hombre xD !!!
Gracias por pasarte por mi blog ;)

Gizela dijo...

La fe, las creencias, nada es importante, si de ellas, no brota humanidad y buen proceder
La infinita paciencia, la meditación, abren muchos caminos al conocimiento real.
Sigo aquí Pedro, bien enganchada, con las transformaciones de tu guerrero.
Un abrazote
Gizz

MentesSueltas dijo...

Hola, me llevo este relato para leerlo luego con mas tiempo. M eencanto el comienzo...

Te abrazo
MentesSueltas

tia elsa dijo...

Impecable como siempre tu relato. Asi como hay tantas deidades y creencias, lo importante como dice el guerrero es que sus prácticas sean sinceras y no hagan daño ni a propios ni a extraños.Seguramente el guerrero encontrará las respuestas que busca, besos tía Elsa.

(z) Victoria dijo...

Hola Pedro: el avance por este nuevo mundo siempre es lento y sorprendente, a este guerrero le quedan muchas experiencias y comprensiones.
Un abrazo!

Marina dijo...

Las religiones... cuánto mal que le han hecho a la humanidad cuando no siguen principios de humanidad. Has hecho una excelente descripción de estos tiempos también. Un abrazo.

Silvia dijo...

hola!a tu guerrero los dioses de su altar familiar lo siguen acompañando...y aprenderá algo más todavía ..si escucha con atención las respuestas a sus preguntas...
eres brillante ...cada episodio es superior ...gracias ...es un placer visitarte.
besotes.
silvia cloud

Cemanaca dijo...

Buen finde "Guerrero"

Saludos conversos.

Mar dijo...

Sigo por aqui ;)

Podrias publicarlo, a mi todavia me gusta cojer un libro y evadirme, en el pc con tantas cosas por hacer me cuesta trabajo seguir la historia pero me la estoy copiando, lo siento no quiero perder la tradicion de leer y escribir en papel.

Besitossssssssssss

Caminante dijo...

aprender por cabeza ajena... aspiración de todos
difícil de llevar a la práctica
antes de haber transpasado muchos años
y con ellos
muchas vicisitudes.
intentando aprender... como tu guerrero.
Un beso. PAQUITA

mj dijo...

Querido amigo Pedro, voy siguiendo tu escritura, paso cuando puedo, pero te leo y disfruto de ella...
Un tremendo abrazo
mj

Natacha dijo...

Pedro ya me he puesto al día, con tu guerrero, que me parece que va encontrando un camino luminoso por el que moverse... Aunque sospecho que va a ser duro aunque le convertirá en alguien sabio... a ver si aprendemos todo con él... contigo...
Un beso, cielo.
Natacha.

Antonio Aguilera dijo...

Amigo Pedro:
Estuve unos dìas con tendinitis alejado del teclado del ordenador.
Ya estoy recuperado; por ello pasè a desearte unas arrobas de felicidad.

Estamos barajando què texto tuyo incluir en Espolòn, si te gusta alguno en especial, hazmelo saber; si no, pues pondremos uno de ellos.
Todos son buenos.

Recibe un fuerte abrazo

Silvi (reikijai) dijo...

Pedro ... humanidad,humildad, actitud y practica, como bien dices...No es lo mismo SER, que "parecer"...Muchos guerreros...no lo tienen claro...Asi que me quedo con esta frase. “Únicamente la práctica logrará abrir tu conciencia.”Aqui estoy despues de mis vacaciones obligadas...Besitos.Silvi.

Silvi (reikijai) dijo...

Pedro... Hago referencia a los guerreros del siglo XXI,Besitoa.Silvi

Emma Núñez dijo...

Hola Pedro, como se me quedó corto el capítulo de hoy, y me apetecía leer más de ti, me he dado una vueltita por entradas antiguas.
^_^

Marina dijo...

Hola Pedro, me parece raro no ver tu capítulo del lunes, ya van dos que no publicás... espero que estés bien. Un abrazo.

El angel al filo de la navaja. dijo...

magnificos todos los capitulos, me los estoy leyendo con mucha emoción.y el blg es precioso.
un saludo emocionado.

Se acordaron de mí: