La Libertad

martes, 28 de octubre de 2008

Una de mis últimas entradas, la titulada “El Esclavo” y, sobretodo, los comentarios que suscitó, me hicieron pensar mucho acerca de lo que llamamos “libertad” y el concepto que cada uno tenemos sobre ella. Intentar definir esta palabra es tarea ardua difícil, ya que es un término muy personal e íntimo. Cada cual tiene el umbral de su libertad a diferente altura.
Es evidente que todos tenemos que ganarnos la vida de alguna manera, mantener una familia, alimentarnos, cobijarnos bajo un techo... en definitiva, vivir. Todo esto es costoso, ya se haga en medio de la naturaleza recolectando fruta, cazando animales salvajes y fabricándonos una choza o acudiendo a diario a una oficina durante ocho horas a cambio de un sueldo. Ambos métodos pueden ser perfectamente válidos y tan dignos y respetables tanto el uno como el otro. Por consiguiente, no creo que hablar de libertad sea hablar de la forma en la que cada cual se gana la vida.
Y entonces, ¿en qué consiste la libertad?, ¿qué persona se puede considerar más libre? Quizás la libertad radique en la capacidad de elección de cada uno de ellos. Josep Lluís mencionaba la siguiente cita de Forges:
Soy libre...
... puedo elegir el banco que me exprima; la cadena de televisión que me embrutezca; la petrolera que me esquilme; la comida que me envenene; la red telefónica que me time; el informador que me desinforme; y la opción política que me desilusione
.”
Suena bastante deprimente, pero a mi entender, Forges, con su habitual ironía, no iba mal encaminado. Tenemos capacidad de elección, por tanto, somos libres. Si en vez de vivir en una sociedad civilizada y democrática, viviésemos en medio del campo a expensas de los elementos, no tendríamos bancos que nos exprimiesen ni televisiones que nos embruteciesen, pero nuestra supervivencia y felicidad seguiría dependiendo de otros factores también ajenos a nuestra voluntad, como pueden serlo las condiciones medioambientales, la variedad vegetal y animal del hábitat, nuestras habilidades naturales, nuestra salud, etc. Es decir, todo es muy relativo.
Pero si es así, ¿por qué nos sentimos tan maniatados y esclavizados de todo lo que nos rodea? A mi parecer, puede que esto se deba a que no utilicemos esta capacidad de elección que tenemos debidamente, o sea, que la mayoría de la gente es incapaz de elegir lo que en verdad le conviene de entre toda la oferta que se le ofrece. Por ejemplo, es cierto que la televisión puede embrutecer, pero también es verdad que existen algunos programas de calidad que nos enseñan algo positivo; o, a unas malas, nadie nos obliga a tenerla encendida. También con los bancos tenemos una amplia gama donde escoger, y a los que poder exigir; siempre habrá algunos menos malos. Y lo mismo se podría decir de todo. Sólo es cuestión de conocer todas las ofertas que tenemos a nuestro alcance y elegir la que mejor se adecue a nuestras necesidades. Evidentemente siempre habrá unos límites insuperables, pero como ya hemos dicho, esos límites existirán en cualquier situación en la que nos encontremos. Son los límites que establecen las circunstancias.
Por lo expuesto, pienso que seremos más libres cuanto más opciones tengamos a nuestra disposición donde elegir. Pero no sólo eso, también es esencial el conocerlas todas a fondo y el poder decantarnos libremente por la que queramos, cosa que habitualmente no ocurre. Lo normal es que nos fiemos ciegamente de lo que nos vendan otros, atendiendo a sus necesidades particulares que nada tendrán que ver con las nuestras. O que nos dejemos llevar confiadamente por las corrientes impuestas también por otros, sin pensar siquiera en otras posibilidades que también existen y que podrían ser mejores y estar a nuestro alcance si nos preocupásemos por conocerlas. Sin este conocimiento, nuestra libertad se verá sensiblemente mermada, además de manipulada. Y estos otros a los que hago referencia no tienen porqué ser siempre extraños, pueden ser perfectamente personas de nuestro entorno, como padres, hermanos, vecinos, pareja sentimental, hijos, etc.
Resumiendo, se podría decir que será más libre la persona que disponga de más opciones donde elegir, mejor conocimiento tenga sobre cada una de ellas y, por supuesto, menor coacción sufra a la hora de optar por la que desee. Y esto es algo que se podría aplicar a todos los ámbitos de la vida: trabajo, amigos, lugar donde vivir, creencias religiosas, aficiones, ocio, etc.
Pero hasta ahora no se ha dicho nada sobre la libertad de pensamiento tan comentada en la entrada anterior mencionada. ¿Cómo podría influir un pensamiento libre en todo lo expuesto anteriormente? Recordarán que también yo mencionaba la posibilidad de ser más libres encerrados en una prisión que viviendo en libertad y rodeados de toda clase de lujos y placeres; ¿cómo puede ser esto posible?
Intentaré explicarme, aunque no es fácil. La sensación de libertad está íntimamente asociada con las necesidades de cada uno, de ahí que sea algo tan personal. Pondré un ejemplo sencillo: si yo necesito un automóvil, me sentiré más libre conforme más modelos tenga donde elegir, mejor los conozca y mayor sea mi capacidad para poder comprarme el que desee. Pero quizás me sienta aún más libre si resulta que me doy cuenta de que en verdad no necesito ningún automóvil; entonces no tendré la necesidad de buscar distintas ofertas, informarme sobre cada una de ellas, ni de dinero para comprar el que quiera. Lo mismo se podría deducir sobre cualquier otra necesidad que tengamos, o creamos tener. Es decir, a menor número de necesidades y deseos, mayor libertad.
Es esta última idea la más difícil de llevar a la práctica, debido a la sociedad tan consumista y meritocrática donde vivimos, y donde nos obligan desde nuestra niñez a desear más y más cosas de todo tipo, y aumentando desaforadamente esta pasión consumidora conforme vamos creciendo y vamos acomodándonos sin percatarnos de ello a esa idea equivocada y tan extendida del “tanto tienes, tanto vales”, y que sólo termina conduciéndonos de cabeza al pozo sin fondo de la esclavitud y la desdicha. Esta idea, no sólo es aplicable a las necesidades materiales, sino también a aquellas otras necesidades sociales y anímicas que todos tenemos, el deseo de ser amados, queridos por otros, la necesidad de sentirnos integrados, tener éxito o ser respetados por los demás.
Pero aún se me ocurre otra de las grandes lacras que no hacen más que mermar nuestra limitada libertad: el miedo injustificado. Miedo a perder el trabajo, la pareja, a no conseguir nuestros objetivos estipulados, a no ser aceptados por la sociedad, a parecer extraño, a sentirnos vigilados, a padecer alguna enfermedad grave, al futuro incierto, a la soledad, al olvido, a la muerte.... y un largo etcétera. Cada uno de estos miedos lo único que consiguen es paralizar nuestras mentes y sumergirnos es un estado de continua alerta y estrés mortificante. En pocas palabra, nos impiden actuar con libertad. De nada nos sirve el disponer de todo y tener todas las posibilidades de obtener lo que queramos si continuamente estamos asustados por el qué dirán o el qué pasará. Simplemente, el miedo evitará que utilicemos nuestra libertad debidamente, siendo él el que gobierne directamente nuestros actos y, por tanto, nuestras vidas.
La única forma que se me ocurre de evitar este sentimiento pernicioso y de poder llevar a la práctica el desapego mencionado anteriormente, es con una educación adecuada, donde se nos enseñe de verdad a pensar por nosotros mismos, apartados de modas y corrientes actuales, que evite que entremos, o si ya lo hemos hecho, que nos permita salir de esa fosa oscura a la que nos lleva sin remedio la insensatez y la ignorancia, y que sólo puede tener un final: el sufrimiento.

Para el que esté interesado en algo de lo que he dicho, le dejo este enlace a una entrada que publiqué hace poco en el blog Preludio a un acontecer titulada: Declaración de Guerra. Ahí podrían encontrar algunas claves para conseguir la tan ansiada libertad (al menos material). Aunque, insisto, es algo mucho más complicado y que requiere sacrificios que sólo con el tiempo darán los resultados esperados y que, sin duda, merecerán la pena.

Espero encontrar en vuestros comentarios, como es habitual, algunas claves más para ser un poco más libres.

Dedico esta entrada a Raquel, de El Piano Huérfano; una persona que lucha por conseguir su libertad y que tendría mucho que enseñarnos al respecto.

31 Consejos, saludos, propuestas...:

MAR dijo...

Para mi la real libertad esta en el interior, en el alma, cuanta gente vive presa de su mente, de sus sentimientos, de sus recuerdos?
Por eso la idea es fluir con el agua del río, no es no tener una opinión, ni una opción de vida, si no la fuerza para aceptar todos los acontecimientos y seguir para adelante con la frente en alto y una sonrisa.
Besos para ti y cariños.
mar

Natacha dijo...

Pedro, el ser humano no puede ser libre, desde el momento en que depende de su cuerpo para sobrevivir. Recuerdas que hace poco yo hablaba de ser o de tener un cuerpo... Si opinamos que tenemos un cuerpo... hemos de mantenerlo y cuidarlo.
Nunca seremos libres. Lo más parecido a la libertad es nuestra mente... puede moverse a voluntad, aunque carece de los sentidos corporales es mucho más receptiva, ligera y viaja.
Puedo acercarme a tí, acariciar tu mejilla y besarte en la frente con cariño, desde aquí, desde mi silla. ¿lo sentiste? seguro que sí, si dejaste que tu mente fuese libre...
Un beso, querido amigo.
Natacha.

Anónimo dijo...

Ay Pedro! Todo tiene un precio, incluso la libertad, como bien dices. El miedo en este camino hacia la libertad no es el mejor de los consejeros, pero en fin...
Unas veces se gana luchando, otras aceptando realmente lo que nos toca vivir, fluyendo, como dice Mar. Lo realmente complicado es tener ese discernimiento que nos haga diferenciar cuándo actuar de una forma o de otra.
Me parece un post estupendo.
Un besillo.

mj dijo...

Los miedos, como tú bien dices, es lo que nos hace exclavos de las circunstancias que a veces vivimos...
Nos impide de alguna manera ser libres, tenemos miedo de perder el amor y la amistad que creo que son dos cosas muy básicas que necesitamos como humanos que somos...
salir de nuestra fragilidad y naturaleza humana es muy difícil y la mayoría de las veces no queremos hacerlo...no nos gusta carecer de ciertos sentimientos por que en el fondo queremos estar en ellos y ser parte de ellos.
Yo puedo renunciar a muchas cosas materiales pero nunca renunciare a sentir amor o amistad por alguien aunque eso me lleve a crear en mi cierta dependencia y no pueda disponer de una libertad total.
Siempre te hablo desde un contexto sano en cuanto a sentimientos...eso sí, quiero ser libre para sentirlos por las personas que yo quiera.
Un abrazo y como siempre me haces pensar...
besos mil
MJ

genialsiempre dijo...

PEDRO: Comparto todos los criterios que expones respecto a la libertad, lo que pasa es que es un concepto muy personal sobre el que casi tido el mundo tiene puntos de vista diferentes. No obstante, me parece que como indicas la diversidad de ofertas y el buen conocimiento de ellas ayuda a ser libres, pero yo le añadiría un elemento importante "el tiempo". Hay que disponer del tiempo necesario para evitar que la falta del mismo nos induzca a decisiones precipitadas, es decir, nos coaccione nuestra libertad de elección.
Creo que el tiempo es un factor vital en todo comportamiento hunano.
En fín, como te dije, el tema dá para escribir páginas y páginas, pero gracias por tu planteamiento. Hace reflexionar.

Jose María

M@R dijo...

LA LIBERTAD ESTA EN LOS PENSAMIENTOS, EN EL ALMA, EN MUY DENTRO DE CADA QUIEN,,,
AMO LA LIBERTAD,,,

ABRAZOS,,,

Runas dijo...

Aparte de todo lo que expones, pienso que juega un papel muy importante el tener una buena autoestima y seguridad en si mismo. La libertad te hace autentico. Un beso

el piano huérfano dijo...

te cuento una cosa:
La libertad más importante es: la que libra de las ataduras del pasado, lo juicios y prejuicios que nos enseñaron de niños, el no saber decir si o no, de querer controlar lo incotroloable.
esas ataduras hay que romperlas ya! y volar....¿puedo a compñarte?

Silvi (reikijai) dijo...

Estamos tan ensimismados por tener… que tenemos totalmente borrado…SER.
A todo estamos encadenados… no vemos mas allá de nuestras narices… Tenemos tan arraigado el sentimiento de pertenecía… nos escuchamos, como nos expresamos… Es todo mió… cosas o personas, total da lo mismo… mío tal cosa… mío tal otra… fuimos educados así… tener, tener y tener… y no es solo material… mientras no soltemos jamás seremos libres. … “No seremos verdaderamente libres hasta que no nos desprendamos no de nuestras posesiones materiales, sino de las ataduras que nos mantienen aferrados al sentimiento de pertenencia de las mismas. En lo más hondo de nosotros mismos, de la base de la humanidad se encuentra el SER por encima de todo, ya que tener, como proclamaba Edrich FROMM, poseer objetos, solo es un instante transitorio en el proceso de vivir”. ... Te dejo Un Beso... Silvi.

Doncel dijo...

Pedro, te doy las gracias por enlazar mi video, en tu otro blog.

GRACIAS

josé lopez romero dijo...

lo quiero hacer breve para que no me borre un corte del suministro de internet (me pasó recién)/ quiero decirte que adhiero a los comentarios precedentes y digo, que lo bueno será siempre pensar en una libertad sin engaños, aunque sí, no debemos demorar en la ejecución de "algo" que esfume esa cosa que nos ata, aunque seamos nosotros mismos. La máquina del tiempo sino, pasará por nosotros, y nos encontrará aún cavilando. Mi aprecio incondicional "Amigopedro"

misticaluz dijo...

Hola Pedro. Felicidades por tu post, me parece realmente interante e intructivo. Tus conocimientos y tus buenas palabras siempre ayudan. La palabra libertad es tan extensa... tan amplia.. para mi la libertad radica en el respeto en su máxima expresión hacia los demás y en el bien . Si partimos como mínimo de esta base, podemos ser "libres" con nosotros mismos.
Te dejo un abrazoo grande!

Alma dijo...

Ese miedo al que te refieres es un condicionante absoluto de esa esclavitud.

Besos salados

Juan Miguel dijo...

Estimado Pedro:
Pienso que no existe la libertad que dices que tenemos, que el ejercitar opciones no será nunca sinónimo de libertad, me parece a mi que lo que has expuesto en anteriores entradas se acercan más a una verdad, que en esta. Como señalaste antes la mayoría es esclava y un esclavo nunca ha sido libre, en el momento en que fuese libre, no sería esclavo y las opciones que ejerces son las que el sistema permite, eso no es libertad es lo que se nos ha hecho creer como libertad el concepto impuesto y que compramos, pero en la búsqueda espiritual y siguiendo las enseñanzas de los grandes iniciados, no deberíamos llegar a una conclusión distinta, somos todos esclavos, en ese sentido la liberación es requisito importante para alcanzar la libertad y poder ejercerla.
¿Cómo? Esos mismos iniciados dieron las pautas, están ahí al alcance de todos.
Saludos.

Juan Miguel dijo...

Algo más, que olvidé y muy apropiada con un exquisito texto en la versión doblada en español de la película "V para vendetta", sin perjuicio de la idea violenta de acabar con el sistema de la cual difiero, (pienso que se puede destruir el sistema de la misma manera en la que se creó)el guión es impecable en retratar nuestros tiempos, no hay un detalle escapado o dejado al azar, y que recrea muy bien una manera de recobrar nuestra perdida libertad.

el piano huérfano dijo...

GRACIAS POR ENSEÑARME QUE NO DEBO ESCONDERME

loose dijo...

La libertad está en nuestra mente. Capaz de superar las barreras que nos condicionan a una determinada conducta más que egoísta, egocéntrica, a tener necesidades tanto materiales debido a la influencia de una sociedad consumista como de vínculos parentales y afectivos desorganizados y/ ambivalentes.
Pensamientos o fantasías que nos conducen al sufrimiento, a una lucha interna de YO contra YO.

La libertad es ACEPTAR, vivir el presente, es SER y dejar SER. Es fluir, dejar espacio en nuestra mente para la verdadera realidad, el AQUI y el AHORA, para el amor incondicional,es pura ESENCIA, es mostrarnos tal cual, darnos permiso, decidir por nosotros mismos, es equilibrio, es dinamismo, independencia, es RESPETARSE y RESPETAR.

Un abrazo.

María dijo...

Yo creo que nadie somos libres, únicamente en nuestros sueños, todos dependemos de nosotros mismos, de algo y de alguien.

Un beso.

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

Vengo del blog de Piano Huerfano. Una grata sensación de sosiego me ha invadido al leer tu muy interesante post.

Por supuesto, tu blog me ha encantado, tanto que, si me lo permites, lo voy a agregar a mi lista de blogs favoritos.

Observo con placer que tenemos muchos amigos comunes.

En cuanto a tu entrada de hoy, interesante, bien escrita y con mucho contenido, pareces basar la libertad (hermana gemela de mi ansiada "paz de espiritu", o ataraxia de los estoicos) en dos pilares fundamentales: 1.- No experimentar deseo de bienes o comodidades materiales, o lo que es lo mismo, a menor numero de necesidades y deseos, mayor libertad. 2.- Huir del miedo injustificado a la soledad, al descredito, a la muerte y al resto de factores que inteligentemente señalas.

De acuerdo contigo. Yo añadiria, siguiendo tu humilde sugerencia, un tercer factor: LA CONFIANZA EN NOSOTROS MISMOS Y EN LOS DEMAS.

Confiamos en nosotros mismos, pero no en los demas, y nos olvidamos de que son seres humanos, exactamente igual que nosotros. Nos dejamos llevar por nuestro egoismo, por nuestro egocentrismo, y por nuestra poca altura de miras. Y eso me parece harto lamentable.

He repasado atentamente tu blog y compruebo que tenemos muchos puntos de vista en común. En una de mis primeras entradas publiqué el texto integro del "Credo de Buda", que tu tienes en la cabecera de tu blog. Y a medida que he ido leyendo otras entradas, he observado que esa sintonía se incrementa.

Bien, aqui tienes a un nuevo lector. Si me lo permites, te comentaré con fecuencia. Y, como no, te invito a mi blog, que es tu casa, para que acudas cuanto tu lo desees.

Recibe un cordial saludo.

Anónimo dijo...

Es increíble que hayamos publicado algo que en esencia viene a ser lo mismo y, el mismo día.

Coincidencias particulares.

Besitos de libertad!

tia elsa dijo...

Es una gran verdad la que expresás, pero es tan díficil lograr esa libertad, el no temer, el no importarnos la opinión de los otros, el no querer pertenecer, la necesidad que nos acepten, en fin será cuestión de educación como dices. Llegué aquí por Raquel, un gusto tia Elsa.

ALAS DE MI LIBERTAD dijo...

buen escrito y lleno de razones sensata.

yo voy hablarte de la clase de libertad que yo consegui,estaba prisionera en mi propia casa y tenia un verdugo que me pegaba y maltrataba,sabia que si elegia huir me podia costar la muerte, aun asi quise volar,quise tener la oportunidad de sentirme libre de poder dormir tranquila sin que mis sueños fueran perturbados por un puñetazo.

hoy me siento libre despues de luchar mucho,puedo elegir que es lo que quiero y me combiene en cada momento,puedo elegir respirar el aire puro de la mañana,puedo elegir si escribi o no,en fi amigo mi libertad es,ser yo misma en todo momento y no esconderme detras de una mascara para caerle bien a la gente,para mi la libertad es salir a la calle sin miedo y no mirar atras porque bienen a matarme.besos amigo me ha encantado tu escrito, vengo del blog piano huerfano.

Silvia dijo...

HOLA!EXCCELENTE POST..ES DIFICIL LA LIBERTAD PLENA..SON MUCHOS LOS PRECONCEPTOS ADQUIRIDOS ..
GRACIAS POR LO EXPRESADO AQUI..TE VISITE POR ..PIANO HUERFANO...
CARIÑOS.
SILVIA CLOUD

Gizela dijo...

Vengo del blog de Raquel.
Excelente post.
También creo que el miedo es la única cárcel que tenemos en la vida.
Son los barrotes que nos vamos construyendo, para protegernos y terminan por ahogarnos.
Felicitaciones
Un saludo
Gizz

LA REINA dijo...

Hola, vengo del blog de Raquel y me parecio muy interesante este post.

Yo pienso que es un trabajo personal el cual cada ser humano debera tener su propia experiencia.

Las vivencias de los demas te pueden ayudar como guia, pero el camino lo tendremos que recorrer solos, eligiendo a cada momento lo que queremos ser.

Cariños

Cemanaca dijo...

Te dejo mis más sentidos agradecimientos por tus mensajes de apoyo que recibí a través de la distancia en mi blog, teñido por la tristeza en la partida de mi angelito.los he notado rozar mi corazón
te envío mis afectuosos saludos conversos.

el piano huérfano dijo...

que bien
me encantan tus idea
y tambien siento mucho el de Altatrist

Hada Saltarina dijo...

Pedro,

Te felicito. Me gusta cuando haces estas reflexiones tan profundas, pero a la vez serenas, paso a paso. Ayudas a pensar.

Un abrazo

Hada Saltarina dijo...

Una preguntita: unos correos con power points que me están llegando, ¿son tuyos, por casualidad?

Saludos

Susana Peiró dijo...

Bueno, yo sigo insistiendo con mi tonel de Diógenes. Adoro pensar en todo aquello que no necesito.

Y mientras más simplifico mi vida, más libre me siento. Por ponerte un ejemplo, las personas que conozco se lamentan por no tener tiempo -y algunas dinero- para ir a un gimnasio y estar en forma.

Yo me levanto todos los días a las 6 de la mañana, voy a correr por el parque, me oxigeno, me deleito con la naturaleza, hablo sola, me energizo, me reconcilio con el yo interior...y vuelvo a tiempo para comenzar mi jornada de trabajo.

Ah, olvidaba decirte que todas estas maravillas tienen costo "0" y máxima rentabilidad.

Besitos Amigo!

ALAS DE MI LIBERTAD dijo...

gracias por tu visita a mi rinconcito,a mi me encanta tu blog,te leere poco a poco,para ponerme al corriente de tus escrito y si tu me lo permite voy agregarte a mi lista,besos amigo

Se acordaron de mí: